El acceso a la vivienda para los jóvenes en España es mucho más complejo de lo que reflejan las estadísticas oficiales.
Aunque los estudios sitúan la edad media de compra en torno a los 41 años, esta cifra no muestra la realidad completa, especialmente para quienes no viven con sus padres y deben afrontar el coste de la vivienda por su cuenta o compartiendo piso.
La situación habitacional de las generaciones más jóvenes muestra una tendencia clara: emanciparse es cada vez más difícil.
Esto significa que la mayoría de jóvenes no solo no compra, sino que ni siquiera puede permitirse vivir solo. Muchos optan por compartir o seguir en casa de sus padres, retrasando aún más el acceso real a la vivienda.
En España, el acceso a la vivienda para los jóvenes, especialmente Millennials (nacidos entre 1981 y 1997) y la Generación Z, se ha vuelto cada vez más complejo debido al aumento de los precios y la precariedad laboral. Según el informe “El esfuerzo financiero para acceder a la vivienda” de EAE Business School, los Millennials necesitan ahorrar el equivalente a 3,6 años de salario íntegro para reunir la entrada de una vivienda (habitualmente el 20% del valor del inmueble más gastos asociados)12.
Esta cifra supone un 36,7% más de tiempo que la generación de sus padres, que en los años 90 necesitaba solo 2,6 años de salario para el mismo objetivo.
Las estadísticas más comunes asumen que los jóvenes viven con sus padres y destinan el 100% de su salario anual al ahorro para comprar una vivienda. Pero seamos realistas: ¿eso refleja la realidad o es solo una hipótesis idealizada?
Las estadísticas sobre “años de salario necesarios para comprar una vivienda” suelen calcularse suponiendo que se destina el 100% de la renta al ahorro, algo totalmente irreal si se paga un alquiler o se tienen gastos compartidos. En ese escenario realista, los plazos se disparan.
Por eso, para quienes no cuentan con el apoyo familiar directo y no viven en casa con sus progenitores, la edad real para poder comprar una vivienda puede acercarse a los 50 años en mercados inmobiliarios especialmente tensionados.
Aunque el problema del acceso a la vivienda afecta a toda Europa, la situación en España es especialmente restrictiva.
En el norte de Europa (Dinamarca, Países Bajos, Suecia, Alemania, Finlandia), los jóvenes se emancipan antes, pero suelen destinar más del 40% de sus ingresos a vivienda, aunque compensan con salarios más altos y políticas de apoyo juvenil.
En el sur y este de Europa (Italia, Grecia, Bulgaria, Chipre), los jóvenes tardan más en independizarse y también sufren una elevada carga de vivienda, aunque con menor presión de ahorro proporcional.
En España, el esfuerzo es mayor que la media europea: la edad media de compra es de 41 años, frente a los 34 en Europa. Esto refleja lo difícil que es reunir el ahorro necesario para acceder a una vivienda.
La diferencia se debe a salarios más bajos, menos vivienda pública y políticas menos eficaces para facilitar el acceso a la vivienda. España encabeza el ranking de países donde se necesitan más años de ahorro para poder pagar la entrada de una vivienda, una cifra alarmante.
Aunque el problema es estructural, existen algunas vías que pueden aliviar (aunque no resolver) esta situación:
La edad media de acceso a la vivienda en España (41 años) oculta una realidad mucho más dura para los jóvenes que no cuentan con apoyo familiar. Para quienes pagan alquiler o viven compartiendo, el tiempo necesario para ahorrar la entrada puede superar con creces los 15 años, e incluso alcanzar varias décadas en las ciudades más caras.
La brecha generacional y territorial crece año tras año, y la solución pasa por una combinación de:
"No es que los jóvenes no quieran comprar, es que el punto de partida es mucho más lejano que hace solo una generación."
En ese contexto, Rand puede ser parte de la solución, ayudando a que los ahorros trabajen por ti, haciendo que los individuos puedas alcanzar con mayor rapidez el capital necesario con cunetas de alta remuneración. Pero el reto es sistémico y requiere reformas estructurales para que las nuevas generaciones puedan aspirar a una vivienda en condiciones dignas.
Rand es una app gratuita y fácil de usar que te ayuda a alcanzar tus metas de ahorro mucho más rápido. Ofrece cuentas remuneradas con hasta un 6,5% de retorno anual, para que tu dinero crezca desde el primer euro sin complicaciones.
Ideal si estás pensando en comprar una casa o simplemente quieres sacarle más partido a tu ahorro sin esfuerzo. ¿Quieres comenzar a usar la App de Rand? Comienza el proceso de registro gratis aquí.