Septiembre siempre llega con una mezcla de emociones: el fin del verano, la vuelta a la rutina y, para muchas familias, el reto de enfrentarse a la temida “cuesta de septiembre”. Entre matrículas, material escolar, ropa nueva y la resaca de los gastos de las vacaciones, este mes puede poner a prueba cualquier presupuesto.
La buena noticia es que con un poco de planificación, organización y pequeños hábitos de ahorro, se puede empezar el curso con el bolsillo más tranquilo.
1. Organiza un presupuesto realista
Clasifica tus gastos en fijos (alquiler, suministros, colegios) y variables (ocio, restaurantes) y controla los “gastos invisibles”. Establece prioridades claras y evita compras impulsivas.
2. Revisa y renegocia pagos grandes
Los ayuntamientos suelen ofrecer planes de pago fraccionado para impuestos municipales sin intereses. Acogerse a ellos puede darte oxígeno en el corto plazo.
3. Haz inventario y reutiliza lo que ya tienes
Antes de comprar material escolar, ropa o gadgets, revisa lo del año anterior. Muchas veces puedes reutilizar más de lo que piensas.
4. Segunda mano e intercambio
Aplicaciones, grupos de intercambio y mercados digitales son grandes aliados para conseguir libros, uniformes o incluso muebles a menor precio y en buen estado.
5. Compara y aprovecha ofertas
Dedica tiempo a explorar precios online y en tienda física. Las rebajas de última hora en agosto y principios de septiembre son perfectas para reducir gastos.
6. Prioriza lo esencial
Vivienda, alimentación, transporte y educación siempre deben ir primero. Evita financiar con tarjetas revolving: sus intereses pueden superar el 20% TAE.
7. Ajusta los excesos del veranoRevisa tus extractos y detecta gastos innecesarios. Septiembre es un buen momento para redefinir hábitos de consumo.
Si las vacaciones han dejado tus ahorros algo tocados, septiembre es un buen momento para reorganizar las finanzas. Ajustar el presupuesto, fijar un objetivo de ahorro mensual y utilizar herramientas de control financiero te ayudará a arrancar el otoño con más seguridad.
Septiembre es el momento perfecto para resetear tus finanzas y plantearte objetivos como si fuera el verdadero inicio del año. Para lograrlo, expertos y entidades financieras recomiendan seguir una serie de pasos concretos:
1. Evalúa tu situación actual
Haz un inventario de todos los ingresos fijos y variables que recibirás este mes (salario, rentas, trabajos extra) y pon frente a frente los gastos del verano. Clasifícalos en esenciales (vivienda, alimentación, educación) y no esenciales (suscripciones, ocio, compras impulsivas).
2. Define objetivos y prioridades
Marcar metas claras es clave para no perder el rumbo. Pueden ser reducir deudas, empezar a ahorrar o limitar determinados gastos. Cuanto más concretas y medibles, mejor: por ejemplo, “ahorrar un 10% de mi ingreso mensual” o “reducir el gasto en ocio un 20%”.
3. Haz una previsión realista
Calcula los ingresos que seguro vas a recibir y los posibles gastos extraordinarios de septiembre (material escolar, matrículas, renovaciones). Añade siempre un pequeño colchón para imprevistos y coloca los gastos imprescindibles como prioridad.
4. Diseña un presupuesto detallado
Ya sea con una hoja de cálculo o con una app de finanzas personales, organiza tus gastos por categorías: vivienda, transporte, alimentación, educación, ocio… y establece un límite para cada una. La clave está en respetarlo durante todo el mes.
5. Ajusta y haz seguimiento continuo
No sirve de nada hacer un presupuesto si no lo revisas. Controla semanal o quincenalmente cómo vas y ajusta si una partida se dispara. El análisis frecuente evita desviaciones grandes y te ayuda a corregir a tiempo.
Rand
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te lo explicamos más abajo.La app Rand convierte la cuesta de septiembre en una oportunidad:
👉 La clave está en no dejar que la cuesta de septiembre te pille desprevenido. Con planificación, pequeños cambios y herramientas que multipliquen tu esfuerzo, este mes puede ser el comienzo de un ahorro más sólido y constante.
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